viernes, 29 de septiembre de 2017

Problemas sociales:
Qué es la Alianza para el Progreso
Por MANUEL SEOANE
(Peruano)
. . .
El Consejo de la OEA en Punta del
Este, aprueba la creación de ALPRO
Hace poco, en Río de Janeiro, en un programa de T.V., el punzante periodista brasilero Nilson Amado, me espetó un reto mordaz:
-¿Podría usted definir en una frase qué es la Alianza para el Progreso? ¿Son las donaciones de los Estados Unidos? ¿Son los discursos de Kennedy? ¿Es el BID, la OEA, el AID, la CEPTAL o la FAO? ¿Es un concurso de siglas o de palabras cruzadas? ¿Es una galaxia?-
Fue tan vertiginoso y heterogéneo el rosario de preguntas, que sin tiempo para reflexionar, y -conjetura por conjetura- le respondí:
-  Y a mí me asalta otra duda. ¿Qué cosa es el Brasil? ¿Es Pernambuco, que se proclama el Estado más pobre de América del Sur? ¿Es Sao Paulo a quien se juzga el Estado más rico de nuestro Continente? ¿Es Río de Janeiro, su capital jurídica, o es Brasilia, su capital política? ¿Es su Poder Judicial o su Poder Legislativo? ¿Es la sombra de Getulio, o esta T.V. que penetra como un poder en las conciencias? ¿O todos son factores confluentes, que coexisten y se coordinan para alcanzar un propósito común?
Otra vez, en Montevideo, un ducho observador, ex Embajador en las Naciones Unidas, y con muchas horas de vuelo en la política, me dijo, un tanto melancólico:
- La Carta de Punta del Este es un espléndido documento teórico. Si la Alianza para el Progreso no camina, es por culpa de los gobiernos latinoamericanos. Firmaron ese compromiso, sin voluntad de cumplirlo, sólo porque en la última página había 20 mil millones de dólares prometidos por Estados Unidos para ayudarlas.
Finalmente, en la Universidad de Valparaíso, un cáustico sacerdote católico, lanzó el siguiente epigrama: "La Alianza para el Progreso, pera el Progreso, es decir lo detiene". Aquello fue en Enero de 1963, diecisiete meses después del nacimiento de la Carta de Punta del Este. Pensé que hace casi 2 mil años del nacimiento de Cristo, que predicó el amor y la justicia entre los hombres. Tampoco ese "progreso" ha culminado todavía, al menos juzgando las apariencias.
Estas anécdotas, reflejan la desconcertante imagen errónea de la Alianza, difundida en ambas Américas, y la típica impaciencia latinoamericana, que cada noche sueña con que una varita mágica conjura su adversidad en la madrugada.
Propuesta de John F. Kennedy en 1961
La verdad es que la Alianza es un "compromiso" de 20 repúblicas americanas para realizar un esfuerzo común durante diez años. Común significa que todos participan, y no tan sólo el más fuerte. Se trata de realizar nada menos que una "revolución social, democrática y pacífica". Así, entre comillas, porque esta definición pertenece, entre otros, a John Kennedy, a Alberto Lleras, Juscelino Kubitschek, a José Figueres, a Raúl Prebisch, al Dr. Mora, etc. Sus orígenes se remontan a la Carta de Bogotá, a la Operación Panamericana, a los discursos de Kennedy, y se extienden a las iniciativas de muchos latinoamericanos, que desde hace lustros, procuran crear doctrinas de justicia para mitigar el dolor de los humildes. Por eso, sin mayores excavaciones intelectuales, el Comité de los 9 Sabios, aseveró que la Alianza para el Progreso "es una teoría latinoamericana que ha ganado el apoyo de los Estados Unidos", para convertir un ideal en realidad.
¿Cuáles son sus Objetivos inmediatos? Aquí empieza el lenguaje técnico, que procuraré divulgar, y que con una semántica adhoc, puede resumirse así:
1) Desarrollar, robustecer y defender la Democracia en América Latina.
2) Acelerar el ritmo del ingreso económico por habitante, por lo menos en un 2,5 por ciento cada año.
3) Incrementar la producción agrícola.
4) Establecer un método más equitativo para distribuir las rentas
5) Diversificar la producción, y tratar de estabilizar los precios de los productos básicos.
6) Ejecutar la reforma agraria, donde sea necesario.
7) Eliminar el cáncer social del analfabetismo.
8) Fomentar la construcción de viviendas baratas para las clases de menos ingresos.
9) Avanzar hacia la integración económica de América Latina.
10) Adoptar el compromiso histórico de operar estos cambios a través de la evolución pacífica, y preservando las formas democráticas de gobierno.
MSC: La OEA lo nombra Coordinador del
Programa en 1963
Esta es la receta de los técnicos, que son abnegados médicos sociales. Ellos, como los galenos de la vida diaria, usan un lenguaje, a veces ininteligible. De ahí que el hombre medio ni entiende ni conoce la Alianza, y no le dispensa el apoyo que necesita para realizarla. En sus laboratorios de investigación estadística, los economistas urden sus fórmulas, que son verídico remedio para las dolencias. Pero los interesados, hasta hoy, no suelen darse por aludidos. Y el doble frente enemigo -reacción y comunismo- opera como las tenazas intentando triturarla. Además, hay muchos tontos en el mundo, y ellos la calumnian, la caricaturizan y la combaten, frecuentemente sin saber de qué se trata.
De otro lado, con la mano en el corazón, hay que confesar que, a los dos años de nacida, ostenta muchos defectos inherentes a su edad. Pero no hay que contratarle el ataúd, sino inyectarle más fuerza. Más vida, más rapidez, más acción. O sea realizar el Progreso de la Alianza para que no sucumba la Alianza para el Progreso.
Dos veces no toca la buena suerte las puertas de nuestro destino. La disyuntiva es clara, y el dilema es: o la revolución pacífica, o la violencia y el caos.
Fuente: Revista La Lotería N° 97, Volumen VIII – 2da. Época, diciembre de 1963.
Pgs. 46 al 48

miércoles, 2 de agosto de 2017

HAYA VIVE Y VENCERA...¡¡¡
EL MEJOR DISCURSO EN LOS FUNERALES DE HAYA DE LA TORRE, PRONUNCIADO POR CARLOS ENRIQUE MELGAR LOPEZ (3-08-1979)
Compañero jefe:
Estoy perplejo, no sé si hablarte a tu alma regada ya de cielo, o hablarle a tu cuerpo que se aferra a la tierra. Estoy perplejo Víctor Raúl. No sé si estás vivo o estás muerto; porque sobre la muerte hasta los dioses han tenido dudas; y yo las tengo aún más, hoy que sentí clamar a tu pueblo, en la voz de sus niños, de sus mujeres y sus hombres: Haya no ha muerto; ¡Haya está vivo. Víctor Raúl no ha muerto; él vive entre nosotros!
Te pregunto compañero Jefe ¿estás vivo o estás muerto? Aguardaré por siempre tu respuesta, en tanto que, el Divino Hacedor deslinde este misterio que, por serlo de los dioses, lo es mayor para los hombres. Quiero decirte por mí lo que pudiéramos decir todos tus hijos: para los que en la vida sólo hicieron lo mejor, la muerte es apenas un tránsito. Y tú hiciste siempre lo mejor en la vida, de tu niñez a la juventud; de la cuna a la tumba. Hiciste lo mejor al entregarte con sereno acatamiento a la lucha sin treguas por convertirte en defensor de los humildes; lo hiciste como creador de una doctrina y como apóstol perdurable de tu causa. Hiciste lo mejor al cruzar la escarpa de los Andes para pulsar con estremecimiento las plantas callosas del indio adolorido que roba sus aguas a la tempestad para enterrar su semilla. Lo hiciste al mirar los ojos de las llamas indias en cuyo reflejo te miraste para alzar tu vuelo de águila, sacudiendo olores y obsequiando esperanzas. Y, ahora mismo, haces lo mejor con tu cuerpo que recorre soberano por las calles que abriste para seguir tu cortejo del Aula Magna a esta Plaza que te habla. Más de un millón de tus hermanos y amigos han seguido este tramo, musitando dudas y afirmando fe. Y todo, porque en la vida sólo hiciste lo mejor. Fue tu ley; tu destino. Fuiste tú.
Compañeros: Haya de la Torre defendió con su vida la ley humana y pasa a la muerte confundido en la ley divina. Así es: defendió con su vida los supremos valores que el ser humano ansía consagrarlos con toda la fuerza de su alma: su libertad. Fajistas antes y Japistas después, escuchamos de tu labio una proclama misionera: amen a la libertad como el tesoro más grande de la existencia; no sean esclavos de nadie, ni siquiera de sus amigos; no sean tiranos de nadie, ni siquiera de sus perros. Es con esta calidad de libertad partidaria que nos proyectamos en todos los actos de nuestra vida. ¡Somos libres y lo seremos siempre!
Y el valor de la justicia que inculcaste es parte activa en el estilo de nuestra libertad: justicia aprista que no se abate, justicia aprista que no se rinde, que no se intimida, que no capitula jamás, ni ante el madero del Gólgota donde podamos sucumbir como Cristo; ni ante las ramas del Rincón de Olivos, donde podamos colgarnos como Judas.
Amigos del partido: vosotros bien podéis creer que Haya de la Torre este muerto; pero es a vosotros que os alcanzo una reflexión. Haya de la Torre escapa de la tierra porque ella le era ya estrecha para un luchador que engrandeció su existencia con todas las fuerzas vitales de que es capaz el ser humano. Su inteligencia y sus sentimientos ennoblecidos por la lucha, rebasaron largamente los estrechos límites del convencionalismo humano, de ese que lo proscribió por más de medio siglo para reivindicarse hoy a la faz del mundo. El mismo acaso, debió escapar a las pasiones para eximirnos de mayor brutalidad. Por todo esto, sus cenizas se elevan purificadas y sus huesos se perfilan venerables hasta dar a nuestro espíritu y a nuestro pensamiento. Una dirección mística, a tono con lo que supo vivir.
Hermano Jorge Idiáquez; Tu sabes que a Víctor Raúl no le importo jamás la muerte, porque junto a ti se jugó con ella, por casi medio siglo de enlutadas amenazas que llegaban de pronto y pasaban de largo. Salió ileso de todas las trampas impuestas por sus viejos perseguidores, de las que forjaron nuestro martirologio y preconizaron nuestro valor. Es que Víctor Raúl se había instalado tan definitivamente en su mundo, que el más allá jamás lo inquietó; aquello no era sino su propio impulso iniciado aquí en la tierra como un paso más de cada día hacia los confines de la eternidad. Y hoy que la noche de la tumba parece atarlo de muerte, tu lo sabes hermano Jorge, como lo saben todos los apristas, que el Jefe aún no ha muerto, porque sigue risueño por nosotros; sonríe aún por nuestra unidad sellada; sonríe por nuestra fraternidad invicta; sonríe, porqué la victoria está cercana.
Querido viejo; cuando tú naciste, ¿lo recuerdas?; todos reían, tú llorabas. Hoy con tu muerte ¿lo ves? todos lloran, tú ríes. Ríe Víctor Raúl, Patricio Universal de la Paz. Ríe y vete con Dios riendo, al regazo de la gloria que guardará una inmortalidad.
¡¡EN EL DOLOR, HERMANOS!!..
¡¡¡HAYA ESTA CON NOSOTROS, VIVE Y VENCERA!!!

* Merito de la publicación al c. Rullman Flores Portugal

sábado, 29 de julio de 2017

NADA HAN OLVIDADO, NADA HAN APRENDIDO

Por Francisco Diez-Canseco Távara (*)
Francisco Diez Canseco
La reciente elección interna del Partido Aprista ha puesto en evidencia, una vez más, que sus dirigentes nada han olvidado y nada han aprendido, tal como lo dijo el político francés Talleyrand sobre los Borbón cuando estos recuperaron brevemente el Poder después de perderlo como consecuencia de la Revolución Francesa de 1789.
Lo ocurrido en la reciente elección del PAP parece ser una réplica de lo que pasó en la Convención presidencial partidaria de 1979 en la cual, bajo la mano diestra del Secretario de Organización, Alan García, se le hizo un fraude escandaloso a Andrés Townsend para favorecer la candidatura de Armando Villanueva.
Townsend -en la propia opinión de don Fernando Belaúnde Terry- hubiera ganado la elección presidencial de 1980 y Villanueva no tenía posibilidad alguna. El cambio de delegados y la invención de delegaciones "funcionales" voltearon una elección interna que cambio el curso de la historia del Perú y abrió el paso para que García encabezara el peor gobierno del cual tenemos registro en 1985.
Hoy se repite este esquema lamentable en un partido como el APRA originalmente forjado por líderes de la probidad de Haya de la Torre y Manuel Seoane que, como Townsend, entregaron su vida a la lucha por la justicia social, el establecimiento de una democracia estable y la eliminación de la corrupción.

Como ocurre con otros partidos tradicionales, el Partido Aprista se ha convertido en el vehículo electoral de García y de la cúpula que lo acompaña y apoya.
El manejo de los comicios internos que comentamos refleja obviamente que García ya no tiene mayoría en ese partido y que no le ha quedado otra alternativa que la manipulación -a la que está acostumbrado- para mantener el manejo de su maquinaria electoral.
Lo cual confirma que necesitamos una revolución pacífica en el Perú que, entre otras muchas cosas elimine estos liderazgos cuyo objetivo final es satisfacer ambiciones personales y genere un nuevo tipo de política que esté realmente al servicio del país.
(*) Presidente de Perú Nación

Presidente del Consejo por Paz
Facebook (10-07-2017)

martes, 20 de junio de 2017

Presidente Haya de la Torre

POR QUE ME LLAMAN “PRESIDENTE”

   (Víctor Raúl Haya de la Torre)
Víctor Raúl Haya de la Torre
Presidente de la Asamblea Constituyente
de la República del Perú
Ando un poco temeroso de que mis compatricios del Perú o Indoamérica, so pretexto de defender la verdad histórica, protesten contra esta manía de la prensa europea de llamarme “expresidente del Perú” y, a la francesa, “Monsieur le president”. O imaginen que yo me asigno el atributo.
   No necesito esforzar la imaginación para suponer que tal título, así voceado, suscitará protestas envidiosas: “La envidia, ese cáncer que de España emigró a América y que allí se propagó como flor azafétida”, dice don Miguel de Unamuno, con palabras más o menos tales. Pero, válgome de las columnas de El Tiempo para contar la historia y salvar mis pretensas responsabilidades.
   Aconteció en Amsterdam, y luego en Bruselas, que los diarios me llamaron expresidente del Perú. Pero cuando, en una conferencia de prensa de la capital belga, esclarecí que yo no había sido presidente de mi país, vino la respuesta terminante y contundente que es la que he encontrado repetida cada vez que protesté contra tan honrosa designación:
En la edición de 1953 de la “Encyclopaedia Britannica”, vol. 11, pág. 282, se lee en el artículo biográfico correspondiente a “Haya de la Torre”, lo siguiente: “En la elección presidencial de 1931 Haya de la Torre se presentó contra el general Luis Sánchez Cerro, y el consenso es que el último ganó por métodos deshonestos”.
   La autoridad de la “Encyclopaedia Britannica” es en Europa indiscutida. Y –respondían los periodistas- si usted fue vencido en una elección “por métodos deshonestos”, es evidente que fue elegido por su pueblo presidente del Perú. Y, en consecuencia, es usted para nosotros, que creemos en la voluntad del pueblo como fundamento de la Democracia, un expresidente del Perú.
   Hace poco en la Universidad de Oslo al ser presentado ante el auditorio del Instituto Latinoamericano, el presidente y representante comenzó su discurso con la lectura del artículo biográfico de la “Encyclopaedia Britannica” y me llamó de nuevo, expresidente del Perú. No tuve ya sino que decir que lo había sido “in partibus infidelium” y que convendría no volver más sobre el asunto.
   Claro está que en mi humilde convicción y en el hondón intangible de mi conciencia, sé que por dos veces, acaso tres, el pueblo del Perú votó mayoritariamente por mí y me eligió en conciencia su mandatario. El 31, incontrastablemente; el 36 cuando los apristas votaron en mi nombre y eligieron presidente al doctor Eguiguren –a quien el congreso de la dictadura militar declaró oficialmente inhábil por haber sido elegido por votos apristas, así como suena- y el 45, cuando el sufragio  del pueblo aprista, a mi pedido, consagró abrumadoramente a Bustamante.
   Pero, sin ignorar todo eso, yo que nunca he desempeñado en el Perú un suelo puesto público –ni el de regidor de municipio- me he sentido y me siento siempre incómodo cuando el periodista o el profesor europeos se dirigen a mí con el título de presidente, aunque para mí sea honroso porque no me lo dio la usurpación, ni el fraude, sino la voluntad del pueblo, que ahí está, lista a ser probada a la luz de la libertad cualquier día.
   Acontece, esto no obstante, que la titulación de la que apenas puedo librarme dio lugar un gracioso episodio que voy a relatar:
Visitaba en Suecia la escuela vocacional llamada “Bergslaget” que estableció cerca de la ciudad de Falum la cuantiosa donación de un magnate industrial sueco, Johan Ljunberg. Este legó 30 millones de coronas de 1909, toda su fortuna, destinados al establecimiento de un colegio modelo para alumnos de ambos sexos, el cual se halla situado cerca de las plantas siderúrgicas.
Habíamos visitado todas las instalaciones: las confortables casas para maestros, los amplios edificios de recreo social de alumnos y profesores, los talleres, las cunas, los dormitorios, los laboratorios, los amplios y luminosos salones de clase. En cada sección me habían recibido con extraordinaria fineza los personeros de la docencia y las masas alegres de alumnos. Pero en cada sección oía yo el mismo saludo: “Bienvenido, señor presidente”.
Haya de la Torre: "Discurso - Programa" en la Plaza de Acho
de Lima (23-08-1931).
A medida que la visita transcurría era mayor la acogida entusiasta de los alumnos. Yo había explicado al rector y a los profesores que mi “presidencia” era sólo simbólica, pero ellos me había dicho que sabían que yo había sido elegido por el pueblo y que así se lo habían dicho a los alumnos. Ocasionalmente supe que yo era el primer visitante “notable” que llegaba a ese lejano centro de trabajo y de educación después de la visita que había hecho el rey de Suecia al mismo colegio en abril del presente año. Estábamos en octubre, y el rector me había advertido que para los muchachos y muchachas mi presencia era como la de un regio enviado de tierras muy lejanas de las cuales se hablaba siempre cual países de leyenda.
Al terminar mi recorrido, los alumnos concentrados en el patio de juego me hicieron un saludo colectivo, en inglés: “Bienvenido y buen viaje, señor presidente”, dijeron, a una voz, centenares de ellos. Y luego una delegación de grandes y chicos vino, con muchas reverencias, a pedirme el favor de los autógrafos.
El rector dispuso que éstos fueran concedidos por grupos. Uno por cada diez chicos y chicas. Y todo fue muy bien hasta que apareció un chiquillo de siete años, rubicundiéndome un “especial” autógrafo para él. “A un futuro ciudadano de los Estados Unidos de Europa”, le escribí, y él se sintió feliz y me lo expresó con “tussen takke”. Pero no se marchaba. Por dos o tres veces pedía hablar al oído con el rector y le demandaba algo que yo no podía saber. Mas, como el rector sonriera cada vez que le escuchaba y como tratara inútilmente de que volviera a sus filas, al fin supe lo que el niño pedía.
Le había impresionado más que nada durante la visita del rey seis meses antes, las charreteras y cordones dorados de los regios chóferes y lacayos. Y su pregunta insistente al rector era, en palabras concretas, la que sigue: “¿Por qué el señor presidente ha traído un chófer de traje negro sin dorados? ¿No tienen sus chóferes un bonito uniforme?”.
El rector respondió como pudo. Y el niño me miró como a rey destronado, cuando le explicaron que los automóviles en que había llegado no eran míos sino de la compañía minera de Falum”.
Oslo, diciembre de 1954.

miércoles, 31 de mayo de 2017

ANTENOR ORREGO ESPINOZA

ANTENOR ORREGO ESPINOZA 

(1892-1960)
  · Nace el 22 de mayo en la provincia de Chota (Cajamarca). Hijo de José Asunción Orrego Asenjo, y María Victoria Espinoza Villanueva.  Casado con Carmela Spelucín Vega, siendo sus hijos Alicia Carmela, Liliana y Antenor.
 · En 1915 conforma el Grupo de Trujillo que integran José Eulogio Garrido, Víctor Raúl Haya de la Torre, Alcides Spelucín, Oscar Imaña, Carlos Valderrama, Nicanor de la Fuente y otras personalidades.
·  En 1917 dirige el periódico La Libertad y es elegido presidente del Centro Federado de la Universidad Nacional de Trujillo. Inicia así, la ardiente defensa de su pueblo, siendo perseguido y encarcelado en 8 oportunidades.
·    El 7 de julio de 1932 participa de la Revolución de Trujillo que es develada 4 días después. Es recluido en los aljibes del Real Felipe, luego de la amnistía en 1933 asume la dirección transitoria de La Tribuna.
·    En 1945 es elegido Senador del PAP por el Departamento de La Libertad. En 1946 Recibe el Doctorado Honoris Causa por la Universidad Nacional de Trujillo, la que luego le elige su Rector.
·     En 1948 asume la Secretaria General del Partido y dirige La Tribuna clandestina (“El Pan Caliente”) hasta caer preso en 1952.
·        Fallece de una súbita afección cardíaca, el 17 de julio de 1960.

PUBLICACIONES:

Ø  Nota Marginales (ideología poemática), 1922.
Ø  El monólogo eterno (Aforística), 1929.
Ø  Pueblo Continente: ensayo para una interpretación de la América Latina, 1939.
Ø  Estación Primavera, 1961.
Ø  Discriminaciones, 1965.
Ø  Hacia un humanismo americano, 1966.
Ø  Mi encuentro con César Vallejo, 1989.














HOMENAJES PÓSTUMOS:

Haya de la Torre:
"Enarboló la enseñanza de una generación beligerante y encarnó la esperanza, la resurrección y la victoria de una nacionalidad en trance de muerte, (…) siempre estará vigente y será un mandato pendiente de cumplirse su profecía del cambio social mientras el amor y la raza de los hombres prevalezca sobre la barbarie, el egoísmo y la muerte". 

Andrés Townsend Ezcurra:

"Nació para pensador y vivió como combatiente, leal a su pueblo y a su América"

La Tribuna (Lima) 18/07/60.

Luis Alberto Sánchez:
"Orrego desconcertaba a menudo porque usaba la facultad del pensamiento para engendrar ideas, no para repetirlas, porque la originalidad le fue vicio congénito e incurable". 

La Tribuna (Lima) 24/07/60.

Carlos Manuel Cox:
"Sembrador de ideas, guía y maestro del pensamiento, luchador político como hay pocos". 

La Libertad (Trujillo) 22/11/61.
                              
Manuel Seoane Corrales:


"Yo no sé si profeta o filósofo, o ambas cosas a la vez, pero en todo caso gran señor de la conducta, la moralidad y el pensamiento".


domingo, 30 de abril de 2017

EL MONUMENTO A TÚPAC AMARU

EL MONUMENTO A TUPAC AMARU

Por: Víctor Raúl Haya De La Torre

Dib. de M. Cajahuaringa
Hay tres o cuatro memorias gloriosas y auténticamente revolucionarias en el Perú, que sería mejor no profanar con homenajes que resultan sarcasmos. La de Túpac Amaru es una de ellas. Es preferible ver olvidado su nombre ahora –que ya resurgirá un día como bandera iluminada de rebelión- a verle honrado en época como ésta. Vale más que se siga diciendo a los niños en las escuelas lo que yo oí a un fraile en la mía: “Fue un indio hereje y bandido”. Mientras la raza por cuya libertad él luchó no resurja; mientras no logre la justicia por su mano o por su rifle, más vale impedir que quienes representan “la institución legal” de la esclavitud del indio, se alcen en un gesto de opereta para saludar la memoria de aquél  que si viviera caería hoy más que antes quizá en la persecución y en el suplicio.[i]
Nadie puede dudar que Túpac Amaru fue un precursor de la libertad de su raza, y no de esta otra “libertad” que celebra la tiranía con pompas de recurso político, para hacer olvidar crímenes de despotismo. Cada vez sabemos mejor que nuestra independencia de España fue una victoria  de los “españoles de aquí” contra “los españoles de allá”, y que los que quedaron aquí son tan malos o peores que los de allá. La literatura chauvinista y de paga fiscal habla de “libertad” genéricamente, pero lo que Unamuno llama la “infra-historia”, lo que está más allá de los textos, que es grito profundo de verdad surgido de la sabiduría dolorosa del pueblo, esa, sabe bien –y cada día con más certeza que la libertad fue sólo para los “decentes” y que quienes tenían derecho a reconquistarla –el indio en primer lugar- quedaron tan esclavos y tan envilecidos como antes.
Y que el indígena, a pesar de la campaña de animalización sistemática que desarrollan sobre él gobiernos y gamonales –dos palabras que encierran un mismo concepto en el Perú-, conserva esa maravillosa intuición de su destino, lo prueba su perenne estado de rebelión, esa rebelión que hasta en sus gestos más humildes traza un rictus trágico, terrible. ¿Y qué prueba más inequívoca que los centenares de ellos que mueren con silencioso heroísmo en esas masacres sombrías  que en los últimos años se realizan casi cada tres meses?.

En un cuento de don Ventura García Calderón, que leí no sé en donde, hay una oración final, complementaria de una frase de elegante combinación fonética, que dice así, refiriéndose a nuestro indígena: “la raza que nunca supo sublevarse”. El señor García Calderón, como la mayor parte de los literatos limeños o “alimeñados”, ignora la tragedia de esa raza, que justamente “siempre ha sabido sublevarse”. El señor García Calderón conoce mejor, seguramente, el número de víctimas  de las matanzas de Armenia que el de las masacres trimestrales, que en los últimos cinco años arrojan un total pavoroso en las sierras peruanas. Y no se llame a ignorante quien no encuentre esas noticias y datos sangrientos en los diarios del Perú, porque hay muchos “motivos” que autorizan  su silencio, pero bien sabido es que en la prensa yanqui e inglesa aparecen frecuentemente informes precisos “confirmados” por el consabido “desmentido oficial”.
Nadie puede dudar que Túpac Amaru, su figura, su vida maravillosa, no concuerdan con esta hora del Perú. Una capilla para la tumba de Pizarro, con mosaicos de oro, está muy bien. Ninguna época mejor para la apoteosis del conquistador y destructor del gran imperio comunista del viejo Perú. Porfirio Díaz no se atrevió a glorificar a Cortés, porque el pueblo mexicano tiene muy arraigado el amor a su raza indígena y el odio a sus verdugos que vinieron de España. Pero si hubiera podido, Díaz, que tuvo la fiebre de levantar palacios y pavimentar calles y erigir monumentos –característica de una clase de tiranos, según Bunge-, habría elevado una estatua magnífica a Cortés, que, según las crónicas, fue “más culto y clemente que Pizarro”. Pero, repito: el homenaje al hombre que ordenó la muerte del último inca es un homenaje lógico de este momento y está muy bien que Lima lo rinda…
Pero a Túpac Amaru se le profana levantándole una estatua. Primero habría siquiera que revalidar el significado de la estatua en el Perú, derribando algunas… [ii]. Sólo entonces. Pero para tal día ya se habrá derribado muchas otras cosas, baja la inspiración del gran rebelde. El homenaje de México a Cuauhtémoc no tuvo significado alguno hasta que Emiliano Zapata no cumplió “la revancha” del indígena contra los explotadores que amparaba el porfirismo. Hasta 1910, el monumento al último emperador no tuvo significación que hoy tiene, y no se olvide que Díaz era medio indio, y en una época indudablemente gloriosa de su vida, cuando la guerra contra los franceses, representó la defensa de su raza.
Infructuosa ejecución a Túpac Amaru II. 
Yo creo que en el Perú estamos en la hora de levantar estatuas al fraile Valverde, al conde de Lemos, a Areche, a Riva Agüero y a Torre Tagle. Es la hora de pedir a los escultores inspiración en las gorgueras virreinales, en las sotanas, en las espadas manchadas de sangre indígena. Como se está usando levantar estatuas en vida, también ciertas modernas charreteras “cubiertas de gloria” en las batallas campales contra obreros indefensos pueden servir de motivo para la fiebre de homenajes.
¿Por qué no dejar tranquilos, esperando que sus sueños magníficos se cumplan, a figuras admirables, como las de nuestros grandes rebeldes populares?. Yo no podré olvidar que durante el último centenario de Olaya vi la estatua del indio heroico, en Chorrillos, adornada con escalas de apagar incendios sobre las que un escudo español y otro nacional completaban el exorno. ¡Y Olaya fue fusilado con feroz crueldad por los españoles! Pero así se trafica. Juan Vicente Gómez realiza cada año pomposas ceremonias ante la tumba de Bolivar y es ahí donde él pronuncia aquellos celebérrimos discursos en que se declara “víctima de amenaza de muerte” y llora su rabia contra la mano misteriosa y justiciera que se hundió en el corazón del hermano de ese monstruo que ampara el capitalismo yanqui.
Más tarde, más tarde vendrá el homenaje del pueblo libre del Perú a los pocos rebeldes de su historia. Quizá si el más grandioso monumento a la rebeldía del indio, de la sierra y de la costa, debiera ser elevado “a la memoria de los millares de víctimas indígenas del dominio colonial y a la de los miles de víctimas indígenas, obreros y campesinos del dominio republicano”.
Pero sólo entonces…
Berlín, 1924.



[i] Leguía tiene tres estatuas en Lima.
[ii] El 19 de julio de 1783, Diego Cristóbal fue condenado por don Gabriel de Avilés y el Oidor don Benito de la María Linares (el ex asesor de Areche) a pena de muerte, “y la justicia que se manda a hacer es que sea sacado de la cárcel donde se halla preso, arrastrado a la cola de una bestia de albarda, llevando soga de esparto al pescuezo, atados pies y manos, con voz de pregonero que manifieste su delito; siendo conducido en esa forma, por las calles públicas acostumbradas, al lugar del suplicio, en el que, junto a la horca, estará dispuesta una hoguera con sus grandes tenazas, para que allí, a vista del público sea atenazado, y después colgado por el pescuezo, y ahorcado hasta que muera naturalmente, sin que allí le quite persona alguna bajo la misma pena; siendo después descuartizado su cuerpo, llevada la cabeza al pueblo de Tungasuca; un brazo a Lauramarca, el otro al pueblo de Carabaya; una pierna a Paucartambo; otra a Calca, y el resto del cuerpo puesto en una picota en el camino de la Caja de Agua de esta ciudad (Cuzco), quedando confiscado sus bienes para la Cámara de S. M., y sus casas serán arrasadas y saladas, practicándose esta diligencia por el corregidor de la provincia.

martes, 31 de enero de 2017

"El Apra aportó el primer partido político moderno de su historia".

Entrevista a Tito Livio Aguero Vidal:

Tito Livio Aguero Vidal en una conferencia en el local PAP Huánuco
1.    El 22 de febrero celebramos el día de la fraternidad, ¿Cuál es el significado de su trascendencia?
Su trascendencia es que es la fecha del nacimiento de uno de los más grandes pensadores políticos latinoamericanos de todos los tiempos. El ideario de Víctor Raúl Haya de la Torre se caracteriza por ser una mirada latinoamericana desde la propia especificidad latinoamericana, es decir, es un enfoque latinoamericanista que presupone un descentramiento histórico y político. Todo esto lo lleva a plantear una alternativa política para toda la región que presupone no sólo la integración económica y política en un solo pueblo continente, como diría el filósofo Antenor Orrego, sino el fortalecimiento de una identidad latinoamericana.
En ese sentido, Haya de la Torre ocupa el mismo sitial que otros grandes personajes latinoamericanos como Simón Bolívar, José Martí, José Enrique Rodó, y Rubén Darío.
2.    En retrospectiva, ¿Qué factores influenciaron en la formación del pensamiento de Haya de la Torre?
Sin duda son varios pero creo que el espacio-tiempo liberteño fue central: presencia del imperialismo (haciendas azucareras del norte), emergencia de la Bohemia de Trujilllo dirigido por José Eulogio Garrido y que con los años dará nacimiento al Grupo Norte liderado por Antenor Orrego, las luchas sindicales en la región norteña (1920-21) y que alumbrara a una suerte de Frente Único.
Ahora bien, desde un punto teórico es importante mencionar el pensamiento marxista especialmente los trabajos que aluden a la transformación del capitalismo europeo y estadounidense de un modelo de competencia perfecta a otro de competencia imperfecta (oligopólico y/o monopólico) pero también a los que tienen que ver con la organización partidaria. El anarquismo que tuvo un desarrollo interesante en Lima, pero también en provincias, y que dejo su impronta en el terreno cultural. La experiencia del Kuo Min Tang de Sun Yat Sen en lo que se refiere a la relación entre Frente Único y Partido que fue uno de los puntos de las desavenencias entre Haya de la Torre y José Carlos Mariátegui.
Habría que agregar lo que podríamos llamar las experiencias latinoamericanas como la Reforma Universitaria de Córdoba y la Revolución Mexicana.
Por último, el influjo de ciertos idearios ideo-políticos de algunos grandes pensadores de la región como Simón Bolívar, Manuel González Prada,  José Martí, José Vasconcelos y José Enrique Rodó.
3.    Observando nuestra actual coyuntura política, ¿Cuál hubiera sido la ligazón de Víctor Raúl con la juventud?
El APRA surge de movimientos juveniles, tanto en la costa de La Libertad, en la lucha contra los propietarios de la haciendas azucareras del norte y en Lima en enfrentamiento contra el gobierno de Augusto B. Leguía y la iglesia Católica quienes querían entronizar al país con el corazón de Jesús. En el primer caso producto de las luchas surge Manuel Arévalo y en el segundo emerge a nivel nacional la figura de Víctor Raúl Haya de la Torre. Así, los jóvenes sería el sector social que Víctor Raúl privilegiaría pero ojo estamos hablando de un juventud izquierdista y revolucionaria no una juventud conservadora que por ejemplo apoyó al gobierno neoliberal de Alan García y que solo se opone a la Ley Pulpin porque hay que golpear al gobierno de Humala.
4.    Una pregunta recurrente que siempre se resalta, ¿Qué ha hecho el Apra por el Perú?
Son muchas, pero quisiera mencionar solo tres. Primero aportó el primer partido político moderno de su historia (organización, programa, doctrina, etc.). Segundo, la conceptualización de la problemática de la realidad peruana, y por tanto, latinoamericana, desde una perspectiva mayor: la existencia de un sistema económico dominante y que en sus zonas centrales había evolucionado hacia un estadio oligopólico y/o monopólico (imperialismo). Tercero, la reivindicación del indio latinoamericano que hasta la emergencia del aprismo sólo la pintura y la literatura lo habían defendido. El aprismo propone la defensa de las comunidades indígenas (sierra y selva), el cambio de nombre de Latinoamérica por Indoamérica, radical reforma agraria, etc. No es casualidad que las tres novelas más importantes de Ciro Alegría las escribiera cuando militara en el aprismo, sobre todo ´´El mundo es ancho ajeno´´ donde la comunidad campesina  aparece como el espacio privilegiado para la existencia de los indios.
Texto y foto: Isaac Laurencio Boza