Homenaje a un sindicalista de raza
Un hasta luego a Fortunato Jara
Por: Javier Barreda Jara
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FORTUNATO JARA |
El APRA se ha hecho carne y espíritu en miles de miles de
hombres, en cientos de cientos de familias que se entregaron a un ideal de
intenso lenguaje de evangelización política. Desde afortunados, clases medias
lúcidas y románticas, y familias de brazos y músculos humildes y populares se
incorporaron a este proyecto social que sacudió al Estado Oligárquico e
impregnó a la política peruana de rasgos imborrables. Haya de la Torre fue un
destello vigoroso de esperanza colectiva en un Perú adolescente y casi
mesiánico. Fortunato Jara Rondón fue parte de este proyecto colectivo, desde
los 13 años trabajó en la fábrica de tejidos Inca, donde conoció a Arturo
Sabroso, Guerrero Quimper y Fonken, entonces de ideales anarquistas y eran
formadores de obreros. En el año 25 se trasladó al transporte público y en 1930
funda el Sindicato Único de Choferes de Servicios Público de Lima. Por primera
vez ve en la Plaza de Acho al líder del APRA en su moderna propuesta de 1931.
Se afilia al Sector 8vo de Lince. En 1937 se funda la cooperativa de consumo de
dicho sindicato. Fortunato Jara comenzaba sus labores como chofer de transporte
público y ya dirigente se incorporaría al Partido Aprista Peruano.
No sólo Haya lo había cautivado en su discurso social. El
entorno hayista obrero e intelectual eran un complemento extraordinario a este
hombre que después de la caída de Leguía había retornado –como lo había
anunciado él en 1923 desde la Isla San Lorenzo- “para realizar la gran
transformación”. En 1933 Fortunato Jara ya era dirigente del Sindicato de
Choferes y Anexos de Lima y era uno de los principales enlaces de comunicación
en la llamada Gran Clandestinidad. Ya había raptado a su leal esposa Rafaela y
tenía dos hijos. En 1936 junto a Armando Villanueva, Biaggio Arbulú, Víctor
Tantaleán, asaltarían Radio Sucre y transmitirían durante cuatro minutos un
mensaje del Aprismo al país. Villanueva lo relata en su reciente e inagotable
libro con Thorndike. El APRA en la clandestinidad prohibida de presentarse en
aquellas elecciones convocadas por Benavides, había impulsado la candidatura de
Eguiguren a la Presidencia, mediante el Partido Social Demócrata. Jara fue
candidato a diputado, electo, y en medio de la oscuridad, con lámpara en mano,
él mismo cuidaba las ánforas en el Jurado de Elecciones y las elecciones fueron
anuladas por el mismo Benavides.
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Transporte Público de Lima |
Desde 1939 a 1948 fue Secretario Nacional de Sindicatos del
PAP. El 01 de Mayo de 1944 junto a Arturo Sabroso, Luis Negreiros, Juan
Guerrero Quimper y el dirigente comunista funda la Confederación de
Trabajadores del Perú. Jara en la línea de Sabroso siempre advertía de la
necesidad de separar la acción y lógica estrictamente partidaria del movimiento
sindical democrático. En Jara como en otros dirigentes sindicales apristas
existía esa nítida separación, y que imaginamos no era fácil de mantener, entre
la acción sindical con respecto al partido. Haya de la Torre mismo respetaba
esta separación y a la vez complemento entre el sindicalismo y el partido.
Fortunato Jara al año siguiente junto a Guerrero Quimper y Juan Sandoval
(Textiles), Gumercindo Calderón (zapatero), Alfredo Santillán (peluquero) son
los representantes obreros al Parlamento por el Frente Democrático que llevó a
Bustamante a la presidencia. Tal vez fue ese el mejor momento del APRA en
inserción social, cultural y política. Luis Alberto Sánchez, Carlos Manuel Cox,
Nicanor Mujica, Javier Pulgar Vidal, Ricardo Temoche completaban esa
representación parlamentaria aprista en la Cámara de Diputados. El APRA era
casi todo el Perú creativo y reformista, libertario y revolucionario, pero
también impaciente. En 1945 el APRA realizaría una histórica Asamblea Nacional
de Sindicatos –ANDES que marcaría desde el partido una línea de reivindicación
laboral en aquella democracia recuperada.
La impaciencia insurgente nos llevó al impasse de Octubre
del 48 y a la gran clandestinidad bajo el oprobio de Odría. Su único hijo varón
a edad escolar preso en el Frontón. Jara fue juzgado por la Corte Marcial tras
esta insurgencia por ser miembro de la Comisión de Política. Clandestino y
Preso en el antiguo Panóptico. Alguna vez tomaron su casa de Guisse en Lince y
los soplones no lo vieron a pesar de husmear por su lado, mientras que él
fingía arreglar una máquina de coser. Nunca quiso ahondar demasiado sobre esos
sucesos. Intuyo su escepticismo pero a la vez su respeto ante el intento
insurgente juvenil. Sin embargo, siempre defendió el rol de Ramiro Prialé en
esa coyuntura a quien admiró y quiso siempre, y a quien acompañó a visitar a
Prado para tratar el tema de la legalización del Partido a fines del Ochenio.
Decisión crítica pero necesaria, que tuvo un inmenso costo político.
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Parlamento Nacional |
En 1963 fue nuevamente elegido diputado por Lima por las
filas del Aprismo. Logró impulsar la Ley 16124 que otorgó a los choferes
independientes, propietario o no del vehículo, prestación de salud y
jubilación. El Perú ingresaba a un proceso intenso de modernización y
migración, Lima se urbanizaba a la vez que se hacía andina y más rica, pujante
y caótica. Su tercera hija partía a Estados Unidos. Velasco tomaba el poder en
1968 y Fortunato Jara volvía a trabajar en el taxi. Del Parlamento a su labor
de siempre, con orgullo y en silencio. Alejado del partido; más cercano a su
familia y más aún a su sindicato, que era desafiado por la propaganda
velasquista y la labor de corrosión del movimiento sindical “clasista”. El
sindicalismo libre y democrático que asumió la CTP era jaqueado desde la
extrema “izquierda”; a la distancia esta propuesta era realista pero poco éxito
podía tener en un contexto muy ideologizado y radicalizado desde el mismo
Estado.
Su vida dedicada al sindicato, al Partido, a la cooperativa
de choferes, a la federación de los mismos que fundó en 1958. Ya en el descanso
nunca dejaba de estar atento sobre lo que pasaba en la política y sobre nuestra
formación académica e intelectual. En la Casa del Pueblo los viejos apristas
referían de él y Haya recordaba con especial atención al forjador de la
Agrupación de Choferes Apristas -ACHA. Era franco, tolerante y silencioso sobre
mucho. Su aprismo era de una escondida melancolía con buenos recuerdos,
preocupado sobre todo lo que podría pasar con los que venían. Nos transmitía
con un tierno calor un realismo político que era siempre necesario. En 1978 su
militancia leal y humilde la expresó como personero de la Mesa No 13473 de
Lince, luego militaría en el Sector 19 de Pueblo Libre. A pesar de su buen
humor, su mirada nunca dejó de ser triste desde que perdió en 1988 al amor de
toda su vida: Rafaela Caldas. En 1999 el Comité Ejecutivo Nacional del Partido
lo condecoró en la Aula Magna, junto a otros grandes apristas que construyeron
el partido. Partió en viaje a las estrellas el 16 de Junio pasado, despedido
por compañeros, amigos y por la alta dirección del partido que siempre amó y
sufrió. Fortunato Jara es ya herencia colectiva de los cientos y miles de
anónimos que desde todo el Perú construyeron esta intensa cruzada de hacer un
país más digno y justo.
La Razón 06/07/2004
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